NUEVA MEDICINA LA CURA MARINA Y EL PLASMA DE QUINTON Laureano
Domínguez rescata y promueve los Dispensarios Marinos para restablecer
la memoria celular y recobrar la salud Entrevista
realizada por Karina Malpica y Banijam
El Plasma marino ¿Cómo fue que abordaste por primera vez el tema del Plasma de Quinton, Laureano? ¿Y qué resultados obtuviste? A los 48 días exactamente yo
empecé a trabajar otra vez, cosa que no podía hacer después del accidente.
Y asombrosamente recuperé un 70% de la visión que había perdido, a partir
de unos ejercicios que me enseñaron en el Centro que consistían en sumergir
la cabeza con los ojos abiertos en el mar una cantidad de veces en la
mañana y otras en la tarde. Con esto mi vista empezó a aclararse. Además
vi cosas maravillosas. No digo que milagros pero sí cosas increíbles.
Vi curaciones de cáncer superficial de piel todas las semanas. Mi madre
llegó con una úlcera varicosa que le había perdurado durante más de
dieciocho años ya en estado grave, y nadie le había podido curar. Sin
embargo, en sólo diez días de tratamiento la herida se cerró. También
tenía problemas graves articulares a nivel de la rodilla que se le resolvieron.
Y ahí empezó mi relación con el método marino. ¿Cuándo comenzó a estudiar Quinton el plasma marino? En 1897 Quinton, aquejado de
una tuberculosis pulmonar, consultó a un sacerdote jesuita, amigo suyo.
Éste le refirió un texto de Platón, donde Platón cuenta que unos sacerdotes
egipcios le sanaron con "la cura marina", que así se llamaba
desde esa época. La cura marina consistía en irse tres meses a estar
en contacto con el medio marino. Y lo siguen haciendo en los Centros
de Talasoterapia, que en esto degeneró la cura marina, pero la esencia
ya no es los tres meses porque sería muy costoso para la gente. Sin
embargo, hasta hace poco, los hospitales marinos que funcionaban todavía
en Europa tenían ese parámetro, aunque no sabían de dónde provenía exactamente.
Yo he visitado varios hospitales marinos pero tres meses sólo se quedan
los niños escrupulosos o tuberculosos para beneficiarse de la brisa
marina. Allá en Colombia si se cumplen los tres meses y además complementan
con estos baños, elevan un poco más la temperatura, agregan algunas
plantas medicinales y gracias a la vaso dilatación se ven cosas sorprendentes...
¿Podrías explicar brevemente los fundamentos de
la terapia de Quinton? Durante la cura marina de Quinton sucedió
una experiencia muy curiosa. Unos campesinos entraron a la sala donde
él descansaba llevando una víbora adormecida por el letargo invernal.
De repente Quinton ve que la víbora recobra toda su vitalidad cuando
se adapta a la temperatura del lugar. Y se le ocurrió que la actividad
cerebral propia de ese organismo coincidía con la época climática en
la que apareció en la escala zoológica. Así es que toda la investigación
de Quinton, que es un trabajo hermosísimo, amplio, profundo y sustentado
minuciosamente durante más de diez años, parte de este hecho de que
la víbora despertase a la temperatura en la que fue creada. A partir
de allí logró dilucidar que la temperatura interna de cada especie,
determina la fecha exacta de su aparición en la serie zoológica. Así
empezó todo el escaleramiento de las eras a través de la historia. Y
cuando comprobó con termómetro en mano, especie por especie, este escaleramiento
gradual que tiene que ver con el enfriamiento del planeta, Quinton
concluyó que había una tendencia a mantener la temperatura de los orígenes.
La siguiente cuestión que se planteó fue qué otras características existían
en los orígenes además de la temperatura, puesto que el mar le devolvió
a él mismo el equilibrio. Entonces pasó a fijarse en la composición
del medio interno de los seres vivos y encontró que aparte de la temperatura
original, también debía haber una composición física y química determinada
y en última instancia encontró que esa temperatura y esa composición
física y química eran la ayuda que el agua de mar provee al organismo. ¿Y qué se desprende de estas
leyes de Constancia General de Quinton? Estas leyes, que aún son desconocidas en
el ámbito científico, encajan dentro de todo lo que yo ya venía tratando
de clarificar dentro de la Teoría General del Atavismo. Me parece que
darían claridad a muchos conceptos que todavía están vagos y que no
nos permiten obtener una nitidez memórica que se pueda traducir, como
hizo Quinton, en leyes de energía. Porque si la memoria está inscrita
en asuntos biológicos, pues tenemos que rescatar cuáles son esos asuntos.
Quinton los llamó leyes y probó que eran constantes a través de toda
una serie de cuestiones. Más aún, concluyó que desembocaban en una terapia,
demostró suficientemente la terapia, y aquí es donde por características
propias del pensamiento humano y de las verdades que tenemos como instaladas,
resulta tan sencillo que nos parece mentira. ¿Cómo es esto? Me he encontrado gente que dice: es que si
esto fuera verdad, ya se sabría. Es el común denominador. Y pues no.
Básicamente la paciencia que hay que tener es la paciencia que tuvo
Quinton en su época. Cuando él descubrió el Método Marino, se le acercó
mucha gente y le dijeron que preparara escritos, para ver qué aplicabilidad
tenía en la política, en la sociología, en la filosofía científica,
y él se quedó asombrado, "¿De qué están hablando? ¿Cómo me voy
a poner a escribir libros? Hay cosas más apremiantes que escribir libros."
Eso les contestó a los que estaban preparando la enciclopedia de la
Universidad de París, les dijo: "Tenemos que salvar vidas."
En esa época moría mucha gente, sobre todo entre la población infantil,
y cuando le preguntaron cómo, les contestó: "Pues abriendo dispensarios",
y no dijo más. Simplemente abrió un dispensario, y a los cuatro meses
otro y en poco tiempo, cuando vieron los resultados tan espectaculares,
los hospitales de París empezaron a cederle enfermos terminales. Posteriormente
fue a Norte América, invitado por la Sociedad Homeopática, y luego al
Cairo donde había una alta mortalidad infantil en la época de verano.
Él iba personalmente, daba instrucciones y con sólo agua de mar, resolvía
el asunto. Y no hizo nada nuevo, simplemente recuperó algo que se había
perdido, concatenó las ideas, las ordenó, escribió las leyes, las demostró
y se dedicó a crear en silencio. ¿Y cómo se entrelazan los
trabajos de Quinton con tus teorías sobre el atavismo, Laureano? La experiencia del atavismo se empezó a vislumbrar en forma más exacta cuando Herbert Spencer sentó sus principios de la filosofía evolucionista, y sugería que la memoria tenía que ser un asunto biológico. No habíamos caído en cuenta de que esa memoria de los orígenes, siendo un asunto biológico y siendo regida por la actividad cerebral global, podía llevarse a sus orígenes con un suministro de plasma marino. Esto encajó perfectamente con el atavismo cuando supe de los trabajos de Quinton que él denominó Grupo Prenatal. Experimentó con un grupo de mujeres en Francia que habían tenido embarazos anómalos, o el bebé nacía mal, o antes de tiempo, o se moría en el primer año de vida. Y en el próximo embarazo de estas mismas mujeres, se aplicó el plasma marino y no sólo vieron nacer bebés normales, con peso elevado, sino que también vieron desaparecer taras físicas hereditarias. Este es el punto clave del que debe partir la investigación para llegar a corroborar estos postulados básicos de Quinton en la teoría del atavismo. Yo ya en el prólogo (El plasma de Quinton de André Mahé) planteo que se sugiere que la célula, al regresar al contacto con sus orígenes, subvierte, por usar una palabra sencilla, el sentido de tiempo y espacio. Esto es lo que sugieren también estos experimentos de Quinton con el Grupo Prenatal. ¿Por qué se volvió a perder
el conocimiento de la Cura Marina si estaba teniendo tan buenos resultados? El pronóstico que Quinton le hizo a su primer
grupo de médicos y a todos los investigadores que empezaron a firmar
los informes de los pacientes que se salvaban en el hospital, fue que
todo este conocimiento se entendería hasta cincuenta años después. Quinton
fue un visionario. Hay un dato que tal vez pocos conocen: a partir del
descubrimiento de la Ley de la Constancia Térmica, Quinton se ganó como
mesenas al Dr. Paré que había gastado sesenta años de su vida investigando
por qué volaban las aves, y Quinton llegó y le dijo: "Porque en
el interior de sus alas tienen 44º, por eso vuelan las aves." Y
cuando el Dr. lo comprobó, se quedó asombrado y lo nombró su asistente
en el Laboratorio de Cirugía Patológica. Y esta idea de Quinton es lo
que impulso la aviación en Francia. ¡Imagínense! Los periódicos de la
época se burlaban cuando él decía "Llegará el día en que volemos
sin hélice y sin motor", pero él sabía a donde íbamos. Siempre
decía que hay que tener paciencia y lo previó. De hecho dijo: "Pasarán
cincuenta años antes de que se asimilen las Leyes de la Constancia".
Y pues no hace mucho que se empezaron a reeditar sus obras en París
muy tímidamente. Y apenas hace seis meses ha salido en castellano este
trabajo realizado por André Mahé y que es, digamos, el primer cuadernillo
en forma didáctica que propone el diálogo de redescubrimiento de los
experimentos básicos que dieron lugar a la pronunciación de la Ley de
la Constancia General y lo que hay que hacer ahora. Ojalá que a partir
de un cuaderno tan sencillo podamos crear la inquietud entre jóvenes
investigadores para que se repitan estas experiencias que corroboraron
la Ley de la Constancia. Por ejemplo, Quinton hizo el experimento de
tomar células de las diferentes especies, ponerlas en agua de mar y
descubrió que en el agua de mar tienen una vida útil normal de 21 días.
Pónganla en una solución de producto soleico y les dura dos horas. Hay un experimento muy famoso
que llevo a cabo Alexis Carol, premio Nobel de Biología, él puso células
de un corazón de pollo en un plasma que era una composición similar
a la sangre, y cada día cambiaba el plasma. Las células de este corazón
vivieron durante dieciséis años, y parece ser que habrían vivido más,
pero murieron porque el ayudante se olvidó de cambiar el plasma en un
fin de semana largo. Entonces esto demostró entre otras cosas, que las
células no tienen por qué morir si cuentan con un medio adecuado. Lo
cual, dicho se a de paso, corrobora el principio del naturismo de que
lo primero es desintoxicar. O sea que, manejando bien estos conceptos,
el agua de mar sería un elemento de primer orden, a nivel preventivo
y a nivel terapéutico. Y nutricional. Es muy importante recalcar la parte de la nutrición, porque lo que se ha visto en este campo es impresionante... ¿Cuántas sales tiene el
agua de mar? En realidad tiene todos los elementos de la Tabla Periódica, en proporción exacta la de la vida. La meta de Laureano
En opinión de Laureano Domíngguez,
continuar con las investigaciones de Quinton a la luz de los últimos
paradigmas científicos, bien podría revolucionar los campos de la medicina
y la biología, cuando menos. Es por ello que se ha dado a la tarea de
retomar sin egoísmos la antorcha de Quinton embarcándose en la tarea
de dar a conocer su obra en castellano con el único fin de crear conciencia
entre quienes puedan impulsar nuevamente la creación de Dispensarios
Marinos en zonas de alta mortalidad infantil, inicialmente en Colombia,
no sólo para salvar vidas, sino para que sirvan comocátedras de observación
a la ciencia médica. Como parte de sus labores, ha prologado el libro
de André Mahé: El Plasma de Quinton (Icaria 1999); ha dictado en Barcelona
algunos cursos sobre las Leyes de la Constancia de Quinton; ha invitado
a especialistas como el químico Juan Miguel Coll, director de los Laboratoires
Quinton Internacional con sede en Almoradí, Alicante para dar un seminario
sobre el Método Terapéutico Marino; y continúa buscando aliados científicos
para actualizar los experimentos básicos de Quinton a fin de rescatar
sus aportaciones del olvido. Para saber más DFIR recomienda:
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